sábado, 10 de julio de 2010

DRIU


Hola Nica, hoy es tu cumpleaños y espero que estés rekete bien. Bueno, como pudiste ver te regalé un pequeño amigo para que te acompañe cuando estés sola y cuando no lo estés también. Él no tiene nombre y está esperando a ser bautizado.

Bueno, te cuento un poco sobre su personalidad para que sepas con quien vas a tratar: Te cuento, él es mi segundo “Turumbalón”, el primero fue Duyi, que es de la Xixi, lo cual no significa que hayan sólo dos, al contrario, hay muchos, de todas las formas que te puedas imaginar, las texturas y los colores. Lo que pasa con ellos es que todavía andan jugando en mi imaginación y aún no los saco para dárselos a alguien. Ellos en general son muy amistosos y cariñosos, es por eso que tu amigo a veces puede estar un poco triste, porque quizás eche de menos al resto de sus amigos, pero tranquila, sólo hace falta que le hables y seas su amiga, de este modo se sentirá como en casa y estará contento.

Mira, él es un poco ido, se distrae con facilidad y es muy bueno para perderse, por eso (y menos mal) que su gorro con cascabeles suena, para así encontrarlo más fácil. Es muy simpático, pero hay que aprender a conocerlo, cuando ya está en confianza puede ser muy divertido. Es muy pero muy tierno, pero hay que tener cuidado, sus sentimientos se hieren con facilidad, es por eso que hay que tratarlo bien y no dejarlo mucho rato solo porque se pone nostálgico.

Ellos no comen comida, pero se alimentan de chistes, así que cuando lo veas medio desnutrido hazle soltar una buena carcajada y así estará gordito.

No creas que él no te conocía, porque siempre que nos juntamos ha estado presente (en mi imaginación) y ha visto todas las tonteras que hacemos, y tú, por lo mismo le caíste re bien, incluso, antes de traspasarlo al mundo real, me dijo que quería ser todito azul celeste, porque ese era el color que a ti te gustaba, y ahí está: celestito pa’ la Nica.

Aunque no lo creas puede ser muy travieso, así que evita dejarlo en lugares peligrosos.

Ahora tienes un nuevo amigo y un nuevo integrante de tu familia. Cuídalo, quiérelo y dale mucho cariño. Espero que te haya gustado, desde este momento tienes una nueva responsabilidad, lograr que hable y que se mueva. Verás, los Turumbalones en mi imaginación pueden hacer de todo, pero al traspasarlos a la realidad, cuesta un poco que se acostumbre a su cuerpo tridimensional, a la gravedad y esas cosas, por ello, tendrás que enseñarle unas cuantas cosas.

Te quiero,

¡VANINI!

P.D. Al sacarlo de la caja, ventílalo un poco, ha estado varios días encerrado allí y es posible que se sienta un poco mareado y sofocado. J

jueves, 22 de abril de 2010

MEMORIAS II

DISTRACTOR

Su trabajo era sencillo, lo había contratado el presidente de la empresa, su misión consistía en cambiar de tema, sí, así de simple. Cada vez que a alguien se le ocurría una buena idea, él iba y lo distraía, de este modo, su victima decía “tenía una idea, era… era…” Fundamentalmente se trata de evitar las iniciativas y la creatividad de parte de nuestros trabajadores, le dijeron cuando firmó su contrato.

CABELLO

Estaba contra él, conspiración al más puro estilo terrorista. Él creía que era una pestaña, tal vez un basura. Siempre le preguntaba a la gente si a caso tenía algo en el ojo, “No tienes nada” le respondía, lo que él no sabía era que estaba sufriendo una confabulación de parte de un cabello de su chasquilla, que cuando se le presentaba la oportunidad, saltaba y se iba a meter justamente dentro de su ojo… y lo irritaba. Era una cabello malvado.

MISTERIO

Era realmente un misterio, ella se bañaba todas las mañanas, se vestía, se ponía sus sandalias favoritas y partía a la universidad. Revisaba, sí, efectivamente sus pies estaban impecables, limpios, relucientes. Iba en la micro y cuando nadie se daba cuenta, se chequeba. Al llegar hacía lo mismo, durante el resto del día muchas veces lo olvidaba. Pero en la tarde y llegando a su casa lo presenciaba: sus pies, asquerosamente negros… ¡¿Cómo?! Era un misterio

OLVIDO

Lo hacía por pasión, así de simple. Le divertía hacerlo y por eso lo hacía, nadie lo veía, era escurridizo, casi imperceptible. Él, es aquello en lo que pensamos cuando vamos a buscar algo a algún lugar y por ocupar nuestra mente en pensarlo a él, olvidamos el motivo por el cuál íbamos a aquel lugar. Siempre se presenta de manera diferente (para no alentarnos) pero está latente, esperando a que nos descuidemos, para así asaltarnos, y hacernos olvidar.

Disfruta ver a las personas devolverse y luego volver nuevamente.

IDEA

Él acudía mucho a restaurantes, pubs y bares y notó algo. ¡Algo trascendental! No quiso contárselo a nadie, su idea valía. Era la idea del siglo, así que decidió emplearla por sí solo. Averiguó acerca del tema, contrató gente y puso una empresa. Era una empresa de mesas, pero no cualquier empresa, no una ordinaria. Con estas mesas venían adicionalmente tapas de botellas y pedacitos de papel doblados.

La cojera ya era parte del pasado.

BICHOS

Los bichos, en su sindicato de bichos, se pusieron de acuerdo, y han lanzado un nuevo producto al mercado. Viene en envases de 0, 001mg, pero su alta efectividad está comprobada, viene en diferentes colores, y formas (según el tipo consumidor final) pero es lo mismo en esencia: es el nuevo “Anti-insecticida, los elimina hasta la última gota.”

domingo, 4 de abril de 2010


La historia del reloj que caminaba para atrás

Todo el mundo conoce los relojes, y mucha gente usa reloj o tiene relojes en su casa. Saben como son y las características generales. Ahora les voy a contar la historia de un reloj, pero no un reloj como los que conocen, sino un reloj que anda para atrás. Éste a simple vista era uno como cualquiera, pero la peculiaridad que tenía no era simplemente que sus manijas fueran en sentido contrario, sino que devolvía el tiempo.

Éste reloj no era así porque sí, sino que él había deseado ser así. No quería ser un reloj como cualquier otro, entonces cuando el relojero, su creador, lo estaba armando, le dijo:

-Relojero, quiero ser diferente. Hazme diferente. Quiero ser un reloj único en mi especie, el mejor reloj de todos, el más especial, el más cotizado e inconfundible. Me gustaría andar para atrás.

Y el hombre como bien se lo había pedido, decidió satisfacer al reloj e hizo que las manijas fueran en sentido anti-horario. No sabía porque el reloj quería algo así, no serviría de mucho eso en un reloj, no tenía mucho sentido, pero como se lo había prometido al reloj, lo hizo, pero antes, grabó una inscripción en la parte de atrás del reloj, advirtiendo la extraña característica de éste:

-Para todo aquel que lo use, que le sea bien servido, mas nunca lo será porque este reloj anda para atrás.

Y luego se dispuso a modificarlo, entonces le dio cuerda. Pero en ese momento, algo muy extraño pasó, ya no sólo andaba al revés, sino que también retrocedía el tiempo.

Esto provocó mucha infelicidad en el reloj ya que ha medida que iba pasando su vida, el tiempo iba yendo hacia atrás. Vio como el relojero se fue haciendo más y más joven hasta desaparecer. En el transcurso de su vida conoció a mucha gente, pero enseguida las personas lo olvidaban, porque él, en su pasado no existía.

Así iba su vida, hasta que un día llegó a mis manos y se le acabó la cuerda, entonces ya no pudo andar más. Leí la inscripción y no lo entendí muy bien ¿de qué servía un reloj que marchara al revés?, entonces me dispuse a echarlo a andar nuevamente, pero cuando iba a hacerlo, el reloj me dijo:

-Por favor no lo hagas. Sé que en este momento no cumplo función alguna. Estoy detenido y no sirvo para nada, pero prefiero morir de viejo en un cajón, llenarme de polvo y quedar obsoleto antes que seguir andando y llevando a las personas al pasado. No puedo hacer ningún amigo y no me relaciono con nadie. El único ser humano con el que hablé y me quiso, fue el relojero que me creó, pero por mi culpa se ha ido. Porque yo vivo el pasado, llevo a la gente a este, y cuando están ahí no hacen más que cuestionarse, pierden toda esperanza de algún cambio, porque lo que está hecho ya no se puede alterar, y todo sigue igual, hasta que en algún punto desaparecen o me olvidan simplemente y ya no sé más de ellas. Entonces nuevamente quedo solo. No sirve de nada ser el mejor reloj de todos, el más especial, el jamás visto, si nunca nadie me recordará por eso, sino por el daño que causé. Es más ni siquiera me recordarán, no seré más que un segundo de sus vidas y luego me iré. Así que por favor déjame así, no me des más cuerda y déjame morir en obsolescencia.

Así lo hice yo, no le volví a dar más cuerda. Y el reloj fue confinado a un oscuro cajón que nunca se abrió, sino sólo cuando quise cambiar algún error de mi pasado. Como por ejemplo escribir una historia de un reloj que camina al revés.

martes, 16 de marzo de 2010


Esta es la historia de Benjamín. El es un duende, un duende verde. ÉL vivía en el subconsciente de un político, pero un día lo soñó y se escapó. Ahora vaga por el mundo.

Benjamín no conoce mucho de la vida y menos de las personas. No sabe muy bien lo que es bueno y lo que es malo (vivía en el subconsciente de un político).

Lo primero que hizo al salir del sueño –que por cierto no era muy interesante- fue sentarse sobre el techo de la casa y ver el amanecer. Muchas veces había oído hablar del Sol, pero no lo conocía. Aquel día de su primer amanecer se enamoró de esta vida y comenzó a recorrer el mundo.

Cuando salió a la calle vio a un pequeño grupo de niños del jardín infantil, que iban de paseo. Comenzó a recordar muchas cosas, tanto tiempo había pasado encerrado en el subconsciente del hombre mayor que ya se le había olvidado lo que era la infancia; las caritas de los niños sonrientes, la energía de sus movimientos, la inocencia en sus miradas y la ternura en su corazón eran cosas realmente maravillosas, y el Duende Benjamín lo vio y lo supo apreciar.

El Duende Benjamín no quería estar tan solo en la ciudad. Recordaba que de pequeño el político salía de vacaciones a algo que llamaban “campo” y que era realmente hermoso, se acordaba un poco del camino, pero el político se había cambiado tantas veces de casa y de ciudad que ya no tenía noción del lugar, así que no pudo llegar, entonces se le ocurrió una idea: cruzar el ancho océano y visitar otros países: presenció la majestuosidad del Everest, se impresionó por la imponente muralla China, se maravilló con el Taj Mahal, se regocijó con la belleza del Los Pirineos. En África quedó deslumbrado por la sabana que cubría el lugar y la rica flora y fauna que albergaba. También se conmovió con la hermosura de la selva amazónica y las muchas tribus de indígenas invisibles que rondaban la zona. Así iba, hasta que llegó a la Cordillera de los Andes y sintió rabia, entonces se dijo (en su lenguaje de duende):

-Con un mundo tan hermoso ¿Por qué el político en el que habitaba vivía sumido en un mundo de amargura?

No encontró respuesta alguna, así que siguió recorriendo.

Al llegar a un pequeño pueblo conoció a una niña, que curiosamente lo saludó. Durante mucho tiempo, nadie había hablado con él, y que la saludara le extrañó mucho. La niña se le acercó y empezó a hablarle, él al comienzo sintió un poco de desconfianza, pero ya pasado el tiempo, se fue soltando. Con el paso de los días se hicieron grandes amigos, salían juntos a todos lados, Benjamín se sentía realmente maravillado, ahora sabía que la vida era realmente buena. Había descubierto la amistad, era lo que más le gustaba en esta vida, el conocer a la pequeña lo había llenado mucho internamente, sabía que podía contar con ella para todo, que podía confiar, que si necesitaba algo, ella estaría allí, que ya no estaría solo en este mundo, sino que estaría con su amiga, que lo había acogido muy bien y le había enseñado muchas cosas en el transcurso de los días. Benjamín estaba viviendo en un calcetín en la habitación de la niña. Ella le llevaba jengibre y hojas frescas en la mañana, a la hora de almuerzo le daba frutos secos y a veces galletas y por la tarde, en la cena le ofrecía un poco de cereales. Andaban todo el día juntos, jugaban, recorrían muchos lugares y se contaban secretos, aunque Benjamín no tenía mucho que contar, ya que con tantos años encerrado, se había privado de muchas buenas experiencias.

Benjamín compartió muchas cosas bellas con aquella niña. Todas las mañanas, luego de desayunar salían a caminar y exploraban por diferentes lugares del pueblo, Benjamín conoció mucha gente, y cada día aprendía algo nuevo. La niña le enseñó a leer y todas las tardes, mientras el sol se escondía, las pasaban leyendo cuentos e historietas.

Pero todo lo bueno tiene su fin. Hubo un día en que la niña ya no pudo seguir más con él. Cada día pasaban menos tiempo juntos y compartían menos experiencias, ella tenía tiempo para muchas otras cosas, pero ya casi nada para él. Estaba sucediendo exactamente lo mismo que le había sucedido con el político cuando el era apenas un niño. Estaba creciendo, y la niña lo estaba olvidando. Pasaron varios días -o quizás poco, el tiempo no se le da muy bien a Benjamín- y cuando él intentaba hablarle, ella casi ya no lo escuchaba, y de a poco fue dejándolo y dejándolo, hasta no notarlo más. Benjamín de nuevo estaba solo, ya no había más que hacer. Así que tomó el poco equipaje que tenía y se fue, en busca de otro lugar. Por lo menos ahora nadie lo encerraría.

El Duende Benjamín siguió viajando, anduvo por toda parte en donde soplara el viento, estuvo en cada gota de lluvia y caminó por cada grano de arena, hasta que volvió a pisar otro pequeño pueblo. Ahí lo encontré yo. Nunca se me han dado bien esto de las relaciones sociales con los duendes, así que cuando lo vi ni siquiera lo saludé, él fue el que se acercó a hablarme, y me contó su historia. Así que si tú lector, dudas de algo de lo que he contado, quiero que sepas que lo que has leído ha salido de los propios labios de Benjamín. Aquella tarde la pasamos juntos y nos hicimos grandes amigos. Yo sabía que no podría ser amiga de él, porque al igual que la niña con la que había compartido, yo también estaba creciendo, así que para no hacerle ilusiones, le dije que sería su amiga el tiempo que pudiera, pero que lo ayudaría a encontrar un hogar en que siempre estuvieran dispuestos a escucharlos y nadie lo olvidara.

A mi me quedaban pocos meseS para cumplir los 12 años, así que decidimos poner manos a la obra y encontrarle un hogar. Fuimos al bosque, vimos conejos, ardillas, pero no era lo suyo, tenían ciertas diferencias y no compartían ciertos gustos. Fuimos a una colonia de hormigas pero tampoco era lo suyo. Al ir al arroyo encontró que era un lugar demasiado húmedo, y la alcantarilla, antihigiénica. Intentamos con los árboles de la plaza, pero tenía problemas con las aves. Nunca pensé que sería tan difícil encontrarle un hogar a un duende, estuve a punto de perder la esperanza. Así que un día decidimos ir a probar suerte por separado, yo recorrí todo el pueblo, ¿y si vivía dentro de un zapato?, no eso era un poco incómodo y sofocante, ¿y dentro de una jaula? Demasiado angustiante, ¿al aire libre? Muy peligroso. Estuve todo el día dándole vuelta a la idea en mi cabeza. Ya quedaba una semana para mi cumpleaños y mi imaginación iba menguando, si mis 12 años llegaban sin haber encontrado hogar para Benjamín, él nuevamente estaría solo en el mundo, y yo no quería tal cosa para mi pequeño amigo. En eso estaba cuando él llegó agitado, corriendo hacia mí y con una gran sonrisa en la cara, supuse que sería algo bueno, me acerqué a él y lo tomé entre mis manos. Él sí que traía una buena noticia, no sólo había encontrado un hogar, sino también un empleo. De camino por el bosque había dado con una caravana de duendes que se dirigían a la ciudad, eran “Los Duendes Traviesos” y le ofrecieron un lugar en su caravana a Benjamín, no le pedían nada a cambio para que fuese con ellos y hasta le invitaron a trabajar. Era un trabajo sencillo, sólo debía entrar a la casa de las personas, y mover las llaves, los cigarrillos, el control remoto u otras cosas que la gente usa, no esconderlos, tan solo cambiarlos de lugar. Ellos iban en grupo, dedicaban unas cuantas semanas a una casa, cuando la gente daba un atisbo de histeria, abandonaban la casa e iban a otra a hacer sus travesuras. Y no sólo de eso se trataba, cuando en la casa había niños, enlazaban algún tipo de amistad y la cosa era más entretenida. Y si tenían perro mejor aún. Yo podía ver la felicidad en la cara de Benjamín. Nunca había estado con otros como él, y se notaba que lo estaba disfrutando, me daba pena dejarlo, pero sabía que conmigo no estaría mejor, así que le di un dedal para que guardara un par de cosas, le empaqué algunas hojas frescas y frutos secos, lo abracé suavemente, y lo despedí, lo vi alejarse por el camino y perderse a través del bosque. Él dijo que no importa que yo ya no lo recordara luego de mis 12 años, él de todos modos me escribiría, como fuese, para contarme lo que haría y enviarme sus saludos.

Llegó la víspera de mi cumpleaños, yo de a poco dejaba de ser una niña, pero me sentía exactamente igual, me acosté en mi cama y me quedé dormida pensando en el pequeño duendecillo que tanto me había alegrado los últimos meses. A la mañana siguiente me despertó mi familia y en la tarde celebramos mi cumpleaños con unos cuantos niños del pueblo, no había recordado a Benjamín en todo el día, pero al llegar la noche, cuando me estaba por quedar dormida, sentí un bultito en mi almohada, era una almendra. Entonces me eché a llorar, recordé a Benjamín y lo bien que lo habíamos pasado juntos, me di cuenta que no había olvidado nada de lo que habíamos vivido y que no había razón para que el se hubiera ido. Hasta hoy día recuerdo todo a la perfección.

Pasó una semana y yo seguía lamentando que el se hubiera ido, así estaba, en el patio de mi casa, echada en el pasto cuando una golondrina comienza a revolotear alrededor mío y me da una nota, una pequeña nota. Supe inmediatamente que era de Benjamín, que él había cumplido lo que al despedirse prometió. En la nota me decía:

Y si supieras lo muy bien que lo he pasado, estuvimos solo tres días en la primera casa, la madre era una maniática del orden, así que no nos sirvieron nuestras travesuras, pero en la casa que hemos llegado ahora se pasa realmente bien, vive un matrimonio con su hijo de cinco años, él nos ayuda cuando algo nos sale mal, su madre es muy dulce y cuando nosotros cambiamos de lugar alguna cosa, se empeña en buscarla hasta que la encuentra. Ella es muy buena jugando este juego. El padre se rinde fácilmente, y el niño tiene muy buenas ideas para nuestra empresa…

Así durante los mese siguientes me fueron llegando más cartas, en las que me contaba lo que hacía:

…OH! Y en esta casa tienen mascota, imagínate los geniales viajes en perro…

…Ahora también nos dedicamos a esconder relojes…

…No me gustan las casas con gatos, nos confunden con sus juguetes de hule…

...Ahora estamos trabajando vía aire. En los días soleados dibujamos con las nubes lo que se nos ocurra, así la gente se acuesta y adivina las figuras, yo no soy muy bueno, los perros me salen chuecos y los osos un poco deformes…

…Con mi grupo nos fuimos al bosque, estamos componiendo música con los grillos para cuando llegue la primavera…

…No te he podido escribir mucho últimamente, estamos muy ocupados con las ardillas, ayudándoles a recolectar nueces y bellotas…

…OH! Navidad fue agotador, ¿sabía que sí existe Santa Claus?...

Y así, cada vez se fueron haciendo menos seguidas y más cortas sus cartas. De seguro Benjamín se fue dando cuenta que no valía la pena escribirme si total yo no leería sus cartas, ya no era una niñita y no lo recordaría, no tenía la imaginación suficiente para pensar en él, así que un día decidió no escribirme más, y yo, noté su ausencia. Ojalá nunca hubiese dejado de escribirme porque yo, al contrario del político, de la niña y de muchos otros niños que existieron a los largo de sus más de trescientos años, nunca lo olvidé. Y hasta el día de hoy lo recuerdo. Por eso escribo esta historia, para publicarla, así, cuando Benjamín la vea, en alguna parte del mundo, sepa que yo aún lo recuerdo y vuelva a visitarme. Él sabe donde estoy y por eso nunca me he cambiado de casa, yo no sé ubicarlo, así que nunca pude escribirle y decirle cuánto lo echaba de menos.

Así que Benjamín, si lees esta historia, cuando sea, no importa la hora ni la fecha, sabes que puedes venir a visitarme, estaré esperándote con una rama de jengibre y hojas frescas.

domingo, 28 de febrero de 2010

Feliz Cumple amiga


MONSINIS CUMPLE

¡Feliz Cumple Monsita! Bueno, antes que todo, te digo que te quiero mucho mucho, y tú lo sabes, eres una de mis amigas más cercanas y sabes casi todo de mí, te das cuentas de mis cambios de ánimos, notas mis actitudes y hasta te puedes adelantar a lo que yo voy a pensar antes de que lo piense. Es genial ¡somos amigas! Me conoces tan bien y yo también a ti, que podemos decirnos mucho solo con una mirada, con un gesto, con un ruido.

Siempre inventamos cosas, como marimeko o goblinar, lo que es muy entretenido, así como también imaginar, pensar en el futuro y soñar con lo que está por venir. Hemos pasado mucho tiempo juntas últimamente y eres una parte muy importante de mi vida, un pilar. Si tú no estuvieras, no sé a quién le pediría ayuda. Bueno, por lo general dices que yo soy tu sicóloga personal y que te aconsejo, pero yo, aunque no lo diga, siento que eres mi terapeuta, la única persona con la que puedo hablar temas que me complican y con la que realmente me explayo. Gracias. Tu fuiste un gran apoyo para mí cuando pasé por momentos difíciles, cuando mi familia estuvo en crisis y murió mi Yeya, tu presenciaste como era realmente todo y nunca faltaste, además de los muchos momentos en que me has dado tu ayuda, tu consuelo, tu palabra de aliento, y creo que yo no he sabido agradecerte. No sabes cuán importante ha sido eso para mí.

Tú junto con la Xixi son mis dos mejores amigas, y sería interesante decir que ustedes son mi cable a tierra, pero sería mentira, porque no es así, ustedes son las que me permiten desconectarme y olvidarme de la rutina que me amarra a éste mundo, mis partners de aventuras, mis compañeras de drama y doy gracias a Dios, al cosmo y a la Pacha Mama de que estén piteadas del cráneo igual que yo, porque eso nos hace unirnos más y enfatizar la amistad.

Mona, yo sé que a veces te molesto. Corrigo: Yo sé que siempre te molesto, y también me doy cuento que la mayoría de esas veces me paso de la raya y quizás tú te sientes mal, si es así, te pido perdón. En momentos me dejo llevar y tal vez hablo de más. Lo siento, suele suceder, eres el objeto y víctima de mis bromas, no sé por qué será así. Monserrat, eres el imán de mis chistes, trataré de evitarlo en el futuro. (NO te prometo nada)

Estoy tan orgullosa de tener una amiga como tú: una mina jugada al 100% esforzada a morir, responsable y además carismática y animada. No sabes lo contenta que me puse cuando supe que te había ido tan bien en la PSU de historia. Es maravilloso que hayas quedado en la carrera que tú quería y en la Universidad que esperabas, eso es lo tuyo. Eres una gran profesora y con la camiseta puesta por la UPLA incluso antes de empezar la carrera. Estoy segura de que vas a ser una gran profesora y que tus alumnos te van a adorar, porque eres muy dulce, te interesas por los que te rodean y claro, compartes tus sentimientos con todos.

Durante este último periodo de tu vida has vivido diferente etapas y bien marcadas. Yo, y creo todos los que te rodean, han notado que has madurado mucho, has comprendido muchas cosas tal cual son, te has frustrado, pero has aprendido a salir de todas las situaciones que se te presentaron, aunque algunas fueron muy duras. Espero que mientras hayas ido pasando esas etapas a lo ponderado Mario Bros, te hayas sentido apoyada por mí, por que yo creo que he estado contigo, tal vez no en demasía, pero he tratado de ayudar. En el presente y todo lo que ha de venir, tus sabes que cuentas con mi apoyo, de todo tipo, no solo moral, si necesitas cualquier cosa, no dudes en abordarme.

Con respecto a tu amante, no tengas miedo de hablarnos a mí y a la Xixi, nosotras nunca te vamos a juzgar, y eso quiero que lo des por sentado, porque es así, tú cuentas con nuestro apoyo para lo que sea. Y tú sabes que así ha sido, yo te doy mis puntos de vista, te planteo la situación desde afuera, pero nosotras nunca te obligaremos a nada. Queremos lo mejor para ti y actuamos a priori.

Monsiwis, te recontraquiero, eres una persona muy especial, con una personalidad desbordante, un carisma único, muy linda, simpática, divertida, consiente, comprensiva, humilde y empática ¡¡¿Por qué no eres hombre?!! Jajaja. En serio, espero (y así será) que este nuevo gran año, sea uno excelente, lleno de desafíos y de metas por cumplir, repleto de buena vibra, cubierto por un manto de sueños que acogerán cada paso que des directo hacia lograr lo que tú quieres, todo matizado por alegrías y esperanzas que den ese sabor dulce a tu vida. Que las preocupaciones no te dejen llevar y que el stress no sea más que una piedra en el camino que puedas patear y echarlo fuera del camino. Tú eres una persona muy fuerte y tengo la certeza de que podrás sobrellevar todo lo que venga, obviamente en instancias flaquearás, pero sabes que tienes a tu hermosísima familia y a tus amigos para darte aliento, refrescarte la cara, darte ánimo y seguir airosa y sin esfuerzo hasta la meta.

º Te quiero mucho, ¡Feliz Cumpleaños!

VANINA

Viendo el futuro


12:30 AM, suena el teléfono, contesta Vania.

-Aló?

-Hola, eh… Vania?

-Xixi?

-Sí, oye, eh… te quería pedir un favor

-Ya

-Tení… tení plata que me prestes

-Qué onda Xixi? Tu sabí que toy sin pega de hace rato. No, no tengo plata.

Corta… piensa. 12:35, suena el teléfono, contesta Monse.

-Aló? (voz cansada)

-Alo Monse?

Monserrat está embaraza, sostiene el teléfono entre la cabeza y el hombro mientras con un brazo sostiene a un bebé y con el otro mece un coche. Hay una pequeña niña de 4 años que le habla mientras ella está al teléfono. Su marido desde la cama de la habitación le pregunta a cada rato con quién habla.

-Qué pasa ahora Xixi?

-Monse… emm… Tienes plata… Tienes plata que me… que me prestes?

-Plata??!! Pero que hiciste con las 10 lucas qué te pasé ayer?

-Es que… las gasté

-Xixi, no te puedo estar pasando plata todo los días, tu sabes que mi sueldo es poco y me alcanza con suerte para cubrir mis gastos. Además tu cachai que el otro ta’ sin pega.

-Sí, sí sé… es que necesito, pero…

-Es que no, cada vez que necesitai plata me llamai y yo ya no tengo de dónde sacarte, mañana hay que pagar el dividendo y me faltan treinta lucas

-Si te las voy a devolver

“Mami, mami” dice la niña “Quién es” pregunta su marido El bebé de sus brazos llora.

“Mami, puedo jugar con la bebé”

-Pero Xixi… (fuera del teléfono) No mi amor, la bebé está durmiendo no la despierte. (al teléfono) De verdad que no tengo, le preguntaste a la Vania?

“Pero mamita, estoy aburrida”

-Sí, ya la pregunté, aún no encuentra pega.

-Y la Yaz, pídele a esa, sí le va re bien en la clínica, de más que tiene (fuera del teléfono) ¡Es la Xixi oh! (al teléfono) Ya, chao… tengo que acostar a los niños que mañana hay colegio… eh chao.

Piensa, marca el teléfono, número equivocado. Va a la cocina y abre el refrigerador: una botella de agua mineral, un sobre medio de mayonesa, una zanahoria, mantequilla y un paquete de vienesas. Su estómago ruge. Sale de su casa, baja el cerro. En la plaza se compra un completo. Se sienta en la cuneta… piensa. Vuelve a su casa.

1:00 AM suena el teléfono, contesta Yaz.

-Aló ¿Xixi?

-Hola Yaz ¿Cómo adivinaste?

-Eres la única que me llama a esta hora, hace tiempo que no lo hacías ¿Qué pasa mi niña?

-Lo de siempre… Yaz, tú sabes que te devuelvo la plata, me demoro, pero lo hago. Es que…

-Ya tranquila mi niña ¿Cuánto necesitai?

-Tengo que pagar un préstamo, es urgente

-¡¡¿¿Le hay estao’ pidiendo plata al colombiano de nuevo??!!

-Es que fue algo extremo, de verdad lo necesitaba. Tengo un gran proyecto, toy segura que esto me va a resultar, con esto hago fama Yaz!!

-AH! Siempre dices lo mismo, y desde tu última exposición ha pasado harto tiempo ya.

-No, pero ahora tengo un buen presentimiento.

-Ya, no importa. Mañana en la mañana te deposito 20 ¿Te sirve?

-OH!! Sí gracias Yaz, te juro que te los voy a devolver, gracias…

-Ya oh!, voy a dormir tengo sueño, chao.

Corta el teléfono. Va a marcar, lo piensa bien. Marca. 1:15 AM contesta Nicole.

-Aló?

-Nicole?

-No, ya se la paso

Espera

-Aló? Quién habla?

-Hola Nica, soy la Xixi

-Ah! Hola. Cómo estai?

-Bien… o sea no… más o menos

Nicole sonríe:

-Para variar ¿no?

-Sí, es que tengo unas cuántas…

-Deudas?

-Sí, lo que pasa es que…

-El colombiano?

-Sí, es que necesitaba plata para el arriendo. Y además ahora tengo…

-Un proyecto?

-Necesito 10 lucas!!

-Xixi, no tengo plata, o sea, sí tengo, pero no te puedes mal acostumbrar de esa manera. Tienes que madurar de una vez por todas. Hazte cargo de ti misma, no puedes andar pidiendo plata a todo el mundo y luego no responder. Mañana me voy a España, tengo una muestra de mis productos, y estoy muy cansada.

-Pero Nica…

-Ya oh! Veré que puedo hacer mañana, si puedo, te mando algo. No te prometo nada

Corta. Se echa en el sillón con las piernas colgando, cierra los ojos y se queda dormida.

12:45PM Despierta. Está empapada en sudor. Se da una ducha. Sale a caminar.

1:30PM Come un bollo con manjar cerca del mercado.

1:35PM Coge un teléfono público y marca.

Contestan

-Aló Buenas Tardes, Rosenberg y Cía?

-Aló? Me podría comunicar con la srta. Dafna Rosenberg

-En este momento ella se encuentra en una reunión.

-Cómo a qué hora la podría encontrar?

-Vuelva a llamar a las cuatro y media. Desea dejarle algún recado?

-No… no, la llamo luego, gracias.

3:30 Camina por el mercado. Sale a la avenida principal, observa a la gente, se sienta en la plaza. Acaricia un perro, luego lo echa. Mira en la pared, un letrero anuncia una banda para aquel día en la noche. “No es la banda del Nico?” piensa.

4:45PM Coge el teléfono.

Contestan

-Aló? Podría comunicarme con Dafna Rosenberg?

-No, lo siento. Usted llamó hace un rato?

-Sí, yo era

-Es que la Srta. Rosenberg se acaba de ir. Tiene un asunto importante que atender. Mañana tal vez la podría encontrar.

-Gracias

Corta

Se echa en la alfombra al centro de la casa y mira al techo con los ojos fijos. Pasan horas, siente bulla desde afuera. Golpean la puerta. No sale abrir. Suena el teléfono. No contesta. Por debajo de la puerta ve deslizarse un sobre. Comienza a oscurecer.

8:30 PM Golpean la puerta. Se levanta. Le duele la cabeza. Coge un pan de la despensa y lo come solo. Golpean la puerta. Va a la puerta y recoge el sobre: “Chilquinta: Corte en trámite”. Golpean la puerta. Mira por el ojo mágico. “¿Vania?” Abre la puerta.

-¿Vania?

Vania la coge del brazo, la arrastra al interior de la casa y cierra la puerta violentamente.

-¿Qué pasa? ¿Qué onda?

-¡Xixi! El colombiano anda como loco, te anda buscando, viene pa’ca’ Tenís que irte.

-Tranquila, si me conseguí plata.

Golpean la puerta, es el colombiano. Sale a abrir mientras Vania se sienta en el sillón expectante. Saca dinero de su bolsillo, le paga y el colombiano se va. Cierra la puerta. Vania se para:

-¿Ya se fue?

-Si

-Sabes?… Yo igual necesito plata- Y sale corriendo hacia la calle

Vania se va sin despedirse y sale en busca del colombiano.

10:30PM Sale de su casa y se sienta en la orilla de la calle. Mira al cielo. Muchas estrellas. Recuerda aquel día. “Que ganas de estar allí ahora” piensa. Recuerda aquel día en que estaba con sus amigos en una noche como esa, viendo las estrellas e imaginando cosas. “Eso era vida” Se dice. “Daría todo por volver atrás, y estar nuevamente con mis amigos, mis amigos sin familia y sin hijos, mis amigos dispuestos, mis amigos sin responsabilidades” Piensa en aquella noche que durmieron todos en el suelo bajo las estrellas sin importarles que al otro día despertarían mojados por el sereno, sin afectarles la tierra que caía en sus cabezas. Sin pensar en el otro día, en el trabajo, en las cuentas por pagar, ni en los compromisos ni reuniones. “Que ganas de estar allí” Pensaba.

martes, 16 de febrero de 2010


Hola Nica, espero que estés rekete bien. Bueno, como pudiste ver te regalé un pequeño amigo para que te acompañe cuando estés sola y cuando no lo estés también. Él no tiene nombre y está esperando a ser bautizado.

Bueno, te cuento un poco sobre su personalidad para que sepas con quien vas a tratar: Te cuento, él es mi segundo “Turumbalón”, el primero fue Duyi, que es de la Xixi, lo cual no significa que hayan sólo dos, al contrario, hay muchos, de todas las formas que te puedas imaginar, las texturas y los colores. Lo que pasa con ellos es que todavía andan jugando en mi imaginación y aún no los saco para dárselos a alguien. Ellos en general son muy amistosos y cariñosos, es por eso que tu amigo a veces puede estar un poco triste, porque quizás eche de menos al resto de sus amigos, pero tranquila, sólo hace falta que le hables y seas su amiga, de este modo se sentirá como en casa y estará contento.

Mira, él es un poco ido, se distrae con facilidad y es muy bueno para perderse, por eso (y menos mal) que su gorro con cascabeles suena, para así encontrarlo más fácil. Es muy simpático, pero hay que aprender a conocerlo, cuando ya está en confianza puede ser muy divertido. Es muy pero muy tierno, pero hay que tener cuidado, sus sentimientos se hieren con facilidad, es por eso que hay que tratarlo bien y no dejarlo mucho rato solo porque se pone nostálgico.

Ellos no comen comida, pero se alimentan de chistes, así que cuando lo veas medio desnutrido hazle soltar una buena carcajada y así estará gordito.

No creas que él no te conocía, porque siempre que nos juntamos ha estado presente (en mi imaginación) y ha visto todas las tonteras que hacemos, y tú, por lo mismo le caíste re bien, incluso, antes de traspasarlo al mundo real, me dijo que quería ser todito azul celeste, porque ese era el color que a ti te gustaba, y ahí está: celestito pa’ la Nica.

Aunque no lo creas puede ser muy travieso, así que evita dejarlo en lugares peligrosos.

Ahora tienes un nuevo amigo y un nuevo integrante de tu familia. Cuídalo, quiérelo y dale mucho cariño. Espero que te haya gustado, desde este momento tienes una nueva responsabilidad, lograr que hable y que se mueva. Verás, los Turumbalones en mi imaginación pueden hacer de todo, pero al traspasarlos a la realidad, cuesta un poco que se acostumbre a su cuerpo tridimensional, a la gravedad y esas cosas, por ello, tendrás que enseñarle unas cuantas cosas.

Te quiero,

¡VANINI!

P.D. Al sacarlo de la caja, ventílalo un poco, ha estado varios días encerrado allí y es posible que se sienta un poco mareado y sofocado. J

lunes, 15 de febrero de 2010

De viaje a Valdivia,

La Xixi persigue a John Malkovich

Me voy a Valdivia ¿Por qué tan repentinamente? Les contaré:

Estaba caminando con la Xixi por Condell. De repente yo le digo a la Xixi:
-Xixi ¿Qué harías si ves a John Malkovich?

Y ella me responde:

-Lo persigo.

Y seguimos nuestra caminata en dirección a Aspillaga.

De pronto ¡No! ¿Será él? ¡¡¡Sííííí!!! ¡ES JOHN MALKOVICH! Y digo:

-Mira Xixi, es John Malkovich – Pero al verla, ella ya no estaba a mi lado, había salido corriendo en dirección del actor

¡No!

Malkovich al ver que la Xixi iba hacia él con su mirada desquiciada, gritando su nombre con las manos hacia el cielo y a una gran velocidad no hizo otra cosa que lo que hubiese hecho cualquier persona en su lugar: salió arrancando.

Ahí comenzó la persecución. La Xixi como loca, Malkovich aterrado. Este último cruzó la calle, mientras todos los autos venían hacia él tocándole la bocina, el los esquivaba a medida que avanzaba y la Xixi hacía lo mismo atrás de él. Logró cruzar la calle y siguió por Concepción hacia la plaza. En Freire iba doblando una señora que venía con varias bolsas del Tottus y John al pasar por su lado la hace girar cayéndosele unas cuantas cosas y sigue hacia Maipú, después al pasar la Xixi vuelve a dar vuelta a la señora dejando la calle regada con productos de supermercado y un gran bagget.

El pobre hombre, desesperado y sin aliento, sigue corriendo hacia la plaza, mientras la Xixi, en un éxtasis de fanatismo, lo sigue fervientemente. Al llegar, John se sienta en una banca y se cubre la cara con un periódico que hace el amago de leer, mientras usa un bigote. La Xixi mira hacia todos lados, pero no lo ve, así que se va por O’Higgins, momento que el actor aprovecha para adentrarse al “Paseo del Valle”, pero mi amiga es más lista de lo que él pensaba, se da cuenta de esto y continúa con su persecución, ve que él entra a Johnson´s y ella lo sigue, pero no lo encuentra (él se estaba haciéndose pasar por un maniquí), así que sale de la tienda, Malkovich al ver esto, sale a toda velocidad, chocando con personas, corriendo en dirección a Pratt, pero la Xixi sale por la salida de Chacabuco y lo ve cuando éste cruza la calle y sale corriendo a la siga de él. Al llegar a la esquina de Pratt, se encuentra con dos hombres que cruzan la calle llevando un gran vidrio hacia la vidriería ubicada en la esquina, Malkovich, trata de esquivarlos, pero los hombres se tambalean, así que él ágilmente pasa por abajo y sigue arrancando, detrás venía ella, que también intenta evadir a los hombres, pero con menos suerte que él, choca con el vidrio, pero no lo rompe, se levanta del suelo y sigue en su persecución implacable. John, al ver esto, le quita la patineta a un niño que pasaba por ahí, le da unos cuantos billetes y huye en patineta, pero la Xixi al pasar por el Teletrack, le quita la bicicleta a un apostador y va tras el actor, quien sigue por Merced.

Malkovich, en su nerviosismo se cae de la patineta, pero se refugia dentro de la biblioteca, la Xixi ve esto y también entra, gritando su nombre, entonces una anaciana de gafas la hace callar diciendo “Shshshsh” y apuntándole un letrero en la pared que tenía dibujado una boca y un dedo índice, así que la Xixi entra calladamente mirando a su derredor, pero no logra encontrarlo y le pregunta a un señor de sombrero que leía si había visto al actor, y éste, sin dejar de leer, apunta hacia la derecha, Xixi le da las gracias y sale corriendo, el señor de sombrero retira el libro de su cara ¡Era John Malkovich! Y huye en la dirección contraria.

El pobre actor, ya muy cansado sale corriendo hacia Pratt y sigue por Ariztia, pero la Xixi es muy obstinada y no se detendría hasta alcanzarlo. El hombre cuando está a punto de llegar al Easy ve que el tren se acerca y corre con más ánimo, cojea un poco por la caída, pero de todos modos intenta subirse a uno de lo carros del tren en movimiento, sin buenos resultados, en eso, ve que la Xixi venía hacia él, así que se agarra de un fierro, brinca y logra subirse al último carro, y por fin, pierde de vista a mi amiga, se acomoda entre la paja que llevaba el carro y se deja llevar por un rato. Cuando ya a avanzado lo suficiente, decide que sería bueno bajarse y lo hace en el cruce de San Pedro, estaba un poco perdido, así que hace parar una micro que venía desde Quillota y se sube. ¡En la micro íbamos la Xixi y yo! Que íbamos hacia Limache, entonces la Xixi da un grito y él hombre espantado se baja de la micro, aquí vamos de nuevo, otra vez el seguimiento. Cuando está a punto de llegar a él, Malkovich se detiene y la queda mirando, cuando ella está por alcanzarlo, él saca una caja y encierra a la Xixi allí, la mete dentro de otra caja, luego dentro de un cofre que cierra con llave, se traga la llave y luego mete el cofre dentro de otra caja, la sella bien y le pega un papel que dice: “Destino: Valdivia” y tira la caja dentro del tren que aún no terminaba de pasar, se sube a una micro en la otra dirección y se pierde de mi vista.

Así que aquí estoy, empacando para irme de viaje a Valdivia a buscar a la Xixi, debía llegar a su casa antes de las 7PM y ya son las 9PM, no queremos que la tía Jeannette se enoje, le diré que hoy nos quedaremos en Olmué en la casa de la Monse para no tener problemas. Mañana tomaré bus a primera hora e iré en su búsqueda.

Deséenme suerte, no quiero ir sola ¿Alguien se apunta?

viernes, 29 de enero de 2010

La Goma-que-mancha ataca de nuevo



San Ignacio de La Ssalle

La Goma-que-mancha ataca de nuevo

La goma que mancha ha vuelto a cometer una fechoría.

Estaba Nicole Medina, una destacada alumna de la clase de arte, diseñando un nuevo dibujo. ¡OH! Que trazos, que colores, que intensidad y que pulcritud y limpieza tenía aquella hoja, hasta que en un instante, ¡maldito instante!, el pulso de Nicole vaciló, y la raya que dibujó se salió de la línea. Eso ocurrió minutos antes del ataque. Entonces comenzó a buscar su goma, su preciada goma que la acompañaba en todas sus clases de arte. La buscó en el estuche, nada, dio vuelta los lápices, nada, palpó sus bolsillos, no aparecía, miró bajo la mesa, sin encontrar rastro alguno. Buscó en el bolsillo externo de su mochila, sólo vacío, nada más que eso había en el bolsillo. ¿Dónde está mi goma? Se preguntaba Nicole. No lo sabía, y lo que tampoco sabía era que su goma había sido raptada ¡Secuestrada por la malvada Goma-que-mancha! ¡Si señores! La Goma-que-mancha había atacado de nuevo, pero eso no era todo. Nicole sumergió su mano en el fondo de su mochila, dejando atrás cuadernos, agenda, papeles de dulces, audífonos, papeles con mensajes, torpedos, guías y demás. Y ahí, en el fondo de su mochila estaba la goma, pero no su querida goma, sino la Goma-que-mancha, pronta para atacar. Fue entonces cuando Nicole, tomó la Goma-que-mancha y presurosa fue a socorrer su obra maestra, pero en el instante en que la Goma-que-mancha frotó la límpida hoja, se dibujó una enorme mancha en el papel, y en la cara de Nicole, una mueca de disgusto. Fue una pérdida, una lamentable pérdida. Una gran pérdida para la clase de arte del Tío Queno.