jueves, 22 de abril de 2010

MEMORIAS II

DISTRACTOR

Su trabajo era sencillo, lo había contratado el presidente de la empresa, su misión consistía en cambiar de tema, sí, así de simple. Cada vez que a alguien se le ocurría una buena idea, él iba y lo distraía, de este modo, su victima decía “tenía una idea, era… era…” Fundamentalmente se trata de evitar las iniciativas y la creatividad de parte de nuestros trabajadores, le dijeron cuando firmó su contrato.

CABELLO

Estaba contra él, conspiración al más puro estilo terrorista. Él creía que era una pestaña, tal vez un basura. Siempre le preguntaba a la gente si a caso tenía algo en el ojo, “No tienes nada” le respondía, lo que él no sabía era que estaba sufriendo una confabulación de parte de un cabello de su chasquilla, que cuando se le presentaba la oportunidad, saltaba y se iba a meter justamente dentro de su ojo… y lo irritaba. Era una cabello malvado.

MISTERIO

Era realmente un misterio, ella se bañaba todas las mañanas, se vestía, se ponía sus sandalias favoritas y partía a la universidad. Revisaba, sí, efectivamente sus pies estaban impecables, limpios, relucientes. Iba en la micro y cuando nadie se daba cuenta, se chequeba. Al llegar hacía lo mismo, durante el resto del día muchas veces lo olvidaba. Pero en la tarde y llegando a su casa lo presenciaba: sus pies, asquerosamente negros… ¡¿Cómo?! Era un misterio

OLVIDO

Lo hacía por pasión, así de simple. Le divertía hacerlo y por eso lo hacía, nadie lo veía, era escurridizo, casi imperceptible. Él, es aquello en lo que pensamos cuando vamos a buscar algo a algún lugar y por ocupar nuestra mente en pensarlo a él, olvidamos el motivo por el cuál íbamos a aquel lugar. Siempre se presenta de manera diferente (para no alentarnos) pero está latente, esperando a que nos descuidemos, para así asaltarnos, y hacernos olvidar.

Disfruta ver a las personas devolverse y luego volver nuevamente.

IDEA

Él acudía mucho a restaurantes, pubs y bares y notó algo. ¡Algo trascendental! No quiso contárselo a nadie, su idea valía. Era la idea del siglo, así que decidió emplearla por sí solo. Averiguó acerca del tema, contrató gente y puso una empresa. Era una empresa de mesas, pero no cualquier empresa, no una ordinaria. Con estas mesas venían adicionalmente tapas de botellas y pedacitos de papel doblados.

La cojera ya era parte del pasado.

BICHOS

Los bichos, en su sindicato de bichos, se pusieron de acuerdo, y han lanzado un nuevo producto al mercado. Viene en envases de 0, 001mg, pero su alta efectividad está comprobada, viene en diferentes colores, y formas (según el tipo consumidor final) pero es lo mismo en esencia: es el nuevo “Anti-insecticida, los elimina hasta la última gota.”

domingo, 4 de abril de 2010


La historia del reloj que caminaba para atrás

Todo el mundo conoce los relojes, y mucha gente usa reloj o tiene relojes en su casa. Saben como son y las características generales. Ahora les voy a contar la historia de un reloj, pero no un reloj como los que conocen, sino un reloj que anda para atrás. Éste a simple vista era uno como cualquiera, pero la peculiaridad que tenía no era simplemente que sus manijas fueran en sentido contrario, sino que devolvía el tiempo.

Éste reloj no era así porque sí, sino que él había deseado ser así. No quería ser un reloj como cualquier otro, entonces cuando el relojero, su creador, lo estaba armando, le dijo:

-Relojero, quiero ser diferente. Hazme diferente. Quiero ser un reloj único en mi especie, el mejor reloj de todos, el más especial, el más cotizado e inconfundible. Me gustaría andar para atrás.

Y el hombre como bien se lo había pedido, decidió satisfacer al reloj e hizo que las manijas fueran en sentido anti-horario. No sabía porque el reloj quería algo así, no serviría de mucho eso en un reloj, no tenía mucho sentido, pero como se lo había prometido al reloj, lo hizo, pero antes, grabó una inscripción en la parte de atrás del reloj, advirtiendo la extraña característica de éste:

-Para todo aquel que lo use, que le sea bien servido, mas nunca lo será porque este reloj anda para atrás.

Y luego se dispuso a modificarlo, entonces le dio cuerda. Pero en ese momento, algo muy extraño pasó, ya no sólo andaba al revés, sino que también retrocedía el tiempo.

Esto provocó mucha infelicidad en el reloj ya que ha medida que iba pasando su vida, el tiempo iba yendo hacia atrás. Vio como el relojero se fue haciendo más y más joven hasta desaparecer. En el transcurso de su vida conoció a mucha gente, pero enseguida las personas lo olvidaban, porque él, en su pasado no existía.

Así iba su vida, hasta que un día llegó a mis manos y se le acabó la cuerda, entonces ya no pudo andar más. Leí la inscripción y no lo entendí muy bien ¿de qué servía un reloj que marchara al revés?, entonces me dispuse a echarlo a andar nuevamente, pero cuando iba a hacerlo, el reloj me dijo:

-Por favor no lo hagas. Sé que en este momento no cumplo función alguna. Estoy detenido y no sirvo para nada, pero prefiero morir de viejo en un cajón, llenarme de polvo y quedar obsoleto antes que seguir andando y llevando a las personas al pasado. No puedo hacer ningún amigo y no me relaciono con nadie. El único ser humano con el que hablé y me quiso, fue el relojero que me creó, pero por mi culpa se ha ido. Porque yo vivo el pasado, llevo a la gente a este, y cuando están ahí no hacen más que cuestionarse, pierden toda esperanza de algún cambio, porque lo que está hecho ya no se puede alterar, y todo sigue igual, hasta que en algún punto desaparecen o me olvidan simplemente y ya no sé más de ellas. Entonces nuevamente quedo solo. No sirve de nada ser el mejor reloj de todos, el más especial, el jamás visto, si nunca nadie me recordará por eso, sino por el daño que causé. Es más ni siquiera me recordarán, no seré más que un segundo de sus vidas y luego me iré. Así que por favor déjame así, no me des más cuerda y déjame morir en obsolescencia.

Así lo hice yo, no le volví a dar más cuerda. Y el reloj fue confinado a un oscuro cajón que nunca se abrió, sino sólo cuando quise cambiar algún error de mi pasado. Como por ejemplo escribir una historia de un reloj que camina al revés.